Sala de Prensa

Cambios normativos que perjudican al pequeño comercio

19/09/2012

Entre otros asuntos en la última reunión de la Junta Directiva de ASCOME, se analizaron las medidas recientemente adoptadas por el Gobierno central y que afectan directamente al sector comercio. Principalmente y entre otras, fueron tratadas: la ampliación de horarios comerciales, la liberalización de la normativa de rebajas y el incremento de los tipos impositivos del IVA.

Dichos cambios normativos, sobretodo la ampliación de horarios comerciales, no beneficia en absoluto al pequeño y mediano comercio con unas plantillas de personal ya de por si ajustadas al máximo. Más horas y días de apertura no tiene porque equivaler automáticamente en más ventas y empleo; sino que puede ser todo lo contrario, más gastos menor competitividad. Con estas medidas adoptadas, el pequeño comercio queda en situación de desamparo para competir. Si realmente fuera rentable y competitivo abrir todos los días del año, los pequeños comercios, que con la actual regulación pueden hacerlo si disponen de menos de 300 m², ya lo habrían hecho de manera masiva en todo el territorio nacional.

Además de ello se puede poner en peligro la vida de los centros urbanos al desplazarse los flujos de consumidores a las zonas periféricas donde se asientan las medianas y grandes superficies, las auténticas beneficiarias de estas medidas.

Lo mismo ocurre con la normativa de rebajas. El comercio podrá, si quiere, estar en rebajas todo el año. Se acabó el efecto llamada que suponía las rebajas de invierno y verano y que ha sido utilizado como principal herramienta de marketing para el pequeño comercio durante años. El comercio local y familiar dispone de una limitada capacidad para crear campañas promocionales que realmente atraigan clientes, y en este sentido las rebajas igualaban en cierta forma y de manera temporal las fuerzas entre grandes y pequeños.

En cuanto al Impuesto sobre el Valor Añadido, el incremento en sus tipos impositivos y pasar algunos productos y servicios del 8% al 21% debe afectar irremediablemente en una caída más acentuada de las ventas. Además se agrava la situación de los comerciantes autónomos (incluidas las comunidades de bienes y sociedades civiles) que venden al cliente final, ya que la subida también en el recargo de equivalencia únicamente les afecta a estos.

Desde ASCOME se defiende un sistema que permita la supervivencia del pequeño comercio local y familiar, en el ámbito de una justa competencia con las grandes empresas y sin merma de los derechos de los consumidores.

El pequeño comercio es una parte muy importante de la economía de un país. Su perjuicio lo es también del propio país.

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