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Hacer lo que hay que hacer

02/11/2011 Seminario Dirección por Objetivos y Competencias (DpOC)

Asegurar los objetivos y compensar por el rendimiento directivo y los resultados de la Empresa

Peter F. Druckeres el autor del libro The Practice of Management, publicado en 1954 y considerado el manual de Management más amplio y  profundo jamás escrito. Drucker dice que la organización empresarial ha sido el fenómeno de mayor impacto económico y social en el pasado siglo, y continua siéndolo en el presente. Y seguirá  impactando positivamente, en mi opinión, en nuestras  vidas y sus comportamientos.

La recesión iniciada en 2007 ha supuesto un cambio de tendencia con respecto a los largos años de bonanza anteriores, afectando, principalmente a nuestro nivel de renta y calidad de vida. Para superarla, necesitaremos apoyarnos en algunos valores algo olvidados, como la seriedad, respeto y esfuerzo, e  incorporar, si no los tenemos, innovación, creatividad e iniciativa emprendedora, entre otros. Solo las empresas micro, pequeñas y medianas con estos valores serán capaces de crear empleo, la principal preocupación de la sociedad española. Tendrán que hacer las cosas bien.

Los cambios económicos y sociales del entorno actual requieren de las empresas fijar objetivos, a corto y medio/largo plazo, de negocio (clientes y proveedores), de personas y comunidad, y de eficiencia e innovación, que conducirán a resultados económico-financieros de crecimiento y rentabilidad sostenibles.  Evidentemente, deberemos actualizarlos en el tiempo y en función de sus desviaciones. Con ello, unas estructuras organizativas en permanente revisión, adecuándolas a las nuevas oportunidades y retos de los mercados en que estamos o a nuevos en los que queramos estar.

Establecer objetivos, y medir y evaluar resultados es una de las responsabilidades básicas del propietario o directivo de una empresa pyme. Tanto o más válido para los representantes políticos de  las Administraciones Publicas, exigiéndoles eficacia y eficiencia en la gestión de los recursos de todos (ej. En 2008, Nicolás Sarkozy a sus ministros del Gobierno de Francia). La orientación a objetivos es esencial para obtener un alto rendimiento del equipo humano y, en consecuencia, de una organización, sea empresarial o pública. La mayoría de las organizaciones tienen los mejores propósitos, o incluso deseos; pero algunas se mueven sin norte, en la improvisación, tan solo reaccionan ante los hechos sin metas ni, obviamente, determinación para alcanzarlas. Procure que su organización no caiga en este grupo. No tendría futuro.

P.F.Druckernos propone una solución, plenamente vigente hoy: la Dirección por Objetivos, una constante en sus documentos, como un sistema que permite asegurar que cada responsable hace aquello que debe hacer y evaluarlo en función de resultados y de su rendimiento; facilitando una organización más descentralizada y responsable, un equipo directivo de alto rendimiento y una mayor eficiencia de los recursos disponibles y eficacia de resultados. Los objetivos deben ser claros y concretos,  ambiciosos pero realistas,  cuantificables, y con una fecha de realización razonable,  para que se cumplan.

Siendo imprescindible esta consecución, es necesario, también, conocer cómo se consiguen los objetivos. Ahí entran conceptos tales como ética, valores y principios, conductas personales y profesionales, actitudes, habilidades,… En definitiva, competencias directivas definidas como aquellos comportamientos humanos observables y habituales que posibilitan el éxito de una persona en su función directiva (ej. orientación al cliente, integridad y honestidad, iniciativa, visión, negociación,…).

El valor diferencial de un buen negocio está en el equipo humano y, en consecuencia, en sus competencias personales y profesionales; atributo esencial para asegurar la competitividad de una organización. Por eso, es conveniente complementar la Dirección por Objetivos clásica con la Gestión por Competencias: consiguiendo los “qués” (objetivos) sin descuidar los “cómos”. No es suficiente formular objetivos, sino garantizamos su correcta ejecución, que depende en gran medida de las capacidades del equipo y de su esfuerzo.

Las tendencias de futuro apuntan a una exigencia de mayor   competitividad global: costes bajos, especialización/focalización, flexibilidad/servicio, cooperación, internacionalización,…, de todo ello, parece lógico concluir que el entorno nos obliga a profesionalizarnos mejor, si cabe, sin perder agilidad y capacidad de intuición fundamentales en el desarrollo de nuestras empresas pymes. Posible con una evaluación combinada del rendimiento por resultados  y del desempeño directivo.

P.F. Druckerdice que la única definición válida de un buen negocio es “crear un cliente “. Primero satisfacer las necesidades del mercado, después diseñar y desarrollar la organización y su actividad en este orden. Para ello, debemos estar seguros de que cada quien hace bien lo que se espera de él, y no muy bien aquello que no debería hacer.

El próximo paso será analizar y evaluar las alternativas de retribución fija o variable aprovechando que conoceremos el rendimiento de nuestro equipo,  a desarrollaren un siguiente artículo del tema “Sistema de Dirección por Objetivos y Competencias”.

Prof. Joan Mons, IESE.

Noviembre de 2011

*De todo ello hablaremos en el próximo seminario que se realizará en PIME Menorca “Dirección por Objetivos y Competencias (DpOC)"

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