Sala de Prensa
VITURME teme el crecimiento de la oferta ilegal con la nueva moratoria
Los empresarios de viviendas turísticas de Menorca integrados en VITURME muy molestos con la aprobación, sin acuerdo y sin aviso de una moratoria incluida en una Ley que podría haber tenido un fácil consenso.
Ni la Consellería de Turismo ni el Consell Insular se ha dirigido en ningún momento a la Asociación menorquina para tratar el contenido de la Ley de Circularidad aprobada el pasado viernes y menos para tratar la moratoria turística, mientras negociaba con otros agentes turísticos.
Los empresarios de viviendas han venido trabajando desde hace años con el Consell, aportando conocimientos y sugerencias, y colaborando en la legalización primero y en la organización y desarrollo del mercado de viviendas turísticas en Menorca.
En los dos últimos años, VITURME ha venido manteniendo contactos con el Consell Insular para elaborar el reglamento insular que desplegaría algunos aspectos referentes a viviendas y estancias turísticas en el ámbito de Menorca. La administración insular no ha tenido en cuenta ni a los empresarios locales y ahora reniega de los compromisos asumidos con el sector durante esas negociaciones en la aprobación de la Ley de Circularidad.
La falta de argumentos de la presidenta del CIM ni los contenidos en la propia Ley son suficientes para defender ante los empresarios locales una medida como esta, en la que nuestra administración local no ha defendido los intereses de Menorca si no que se ha alineado con los intereses de Mallorca. Menorca ya tiene sobrada experiencia en la limitación y en la contención de la actividad turística, a diferencia del resto de islas.
Las viviendas y estancias turísticas son en la actualidad alrededor del 35% de la oferta de alojamiento de Menorca. Una oferta que se ha venido consolidando con los más de 40 años de existencia de estos alojamientos y que tan beneficiosa ha resultado para la economía local.
Todos los beneficios que genera esta actividad redundan en Menorca, en la economía local y en la mano de obra local. Los propietarios y empresarios de estancias turísticas de Menorca compran sus aprovisionamientos en las empresas locales, todos los servicios que prestan se realizan también con empresas locales o por los mismos empresarios, los trabajadores ocupados en estas empresas son en una inmensa mayoría personas con residencia en Menorca que no aumentan la población flotante ni tienen necesidad de vivienda barata en plena temporada. La economía circular, la sostenibilidad, la innovación no son términos ajenos a la actividad del alquiler turístico, más bien están absolutamente asumidos en nuestro colectivo.
Estos son algunos de los beneficios que esta oferta está aportando a Menorca aunque desde siempre se ha demonizado a este sector como el provocador de todos los inconvenientes que los turistas suponen a determinados colectivos. En Menorca, el incremento en los precios de la vivienda no se debe a las viviendas turísticas, la falta de vivienda no se debe a las viviendas turísticas, recordemos que el propio Consell Insular ya prohibió las estancias y viviendas en los núcleos de población, solo pueden inscribirse viviendas turísticas situadas en las zonas turísticas, aunque parece que la propia administración ya se ha olvidado de sus propios argumentos.
En cuanto a calidad de la oferta, la inversión en mejora de las viviendas es constante, la necesidad de ofrecer un mejor servicio, ofrecer comodidad a los clientes ha sido una máxima constante del sector y, con una adaptación final del contenido de la Ley de Circularidad en lo que respecta a estancias turísticas de Menorca, muchas de las viviendas ya cumplirían con la mayoría de los requisitos establecidos.
Durante estos dos años de pandemia, ha quedado más que demostrado que el mantenimiento de la actividad turística ha sido, en gran parte, gracias a la oferta de viviendas y estancias turísticas que han mantenido nuestra isla abierta para acoger a los visitantes en temporada turística, cuando el resto de establecimientos permanecían cerrados.
El reparto de la riqueza turística, tan ansiado en Menorca, ha venido de la mano de las estancias y viviendas turísticas, acogiendo a visitantes que han vivido sus experiencias en el destino con la restauración, el comercio, las actividades náuticas, las de turismo activo, aportando unos muy buenos resultados en la economía local.
Con esta moratoria de cuatro años se deshará el camino hecho en la legalización y en la ordenación de la oferta de alquiler turístico, fomentará de nuevo la comercialización al margen de la norma turística y volveremos a lamentar esta situación. Muchos propietarios deberán esperar nueve años para poder inscribir sus viviendas como turísticas cuando tanto el vigente y obsoleto PTI como la revisión, a punto de aprobarse según dicen desde el Consell, ya establecen que Menorca está lejos de su tope máximo
La Ley de comercialización de estancias prohíbe la comercialización turística de viviendas con una antigüedad inferior a 5 años y muchos propietarios de nuevas viviendas con altos standares de calidad llevan ya esperando estos 5 años, a los que deberán sumar los 4 años de la moratoria. Existe el peligro de que no puedan esperar este período para poner sus viviendas en el mercado y opten por hacerlo por otras vías. Sin olvidar, la obvia ralentización de la economía insular que esta moratoria conllevará.