Sala de Prensa

La Federació ha colaborado con un artículo en la edición de verano de la revista ONA que edita el Consell Insular de Menorca y que recoge novedades y artículos relacionados con la Reserva de la Biosfera.

El artículo se denomina "Equilibrio medioambiental, progreso social y crecimiento económico" enfocado a la necesidad de potenciar una evolución económica positiva en el marco de la Reserva de la Biosfera, y se transcribe a continuación.

"Equilibrio medioambiental, progreso social y crecimiento económico"

Desde su inicio, la denominación de Menorca como Reserva de la Biosfera ha sumado esfuerzos principalmente en el ámbito de la sostenibilidad medioambiental, ha servido para sumar a nuestra conciencia la necesidad de preservación del medio natural, a tener una percepción más palpable de nuestro entorno y que uno de nuestros mayores activos está en el territorio.

Acciones de promoción del producto local, creación de Made in Menorca, la marca Reserva de la Biosfera y el contrato agrario de la reserva de la Biosfera (CARB) en colaboración con los propietarios de fincas rústicas, son ejemplos de la materialización de esta conciencia.

Pero es un error caer en la complacencia de que se ha avanzado mucho. Los retos a los que se enfrenta Menorca sólo se pueden resolver desde una perspectiva global que también tenga en cuenta los tres pilares de la Reserva de la Biosfera, el equilibrio medioambiental, el progreso social y el crecimiento económico.

De entre los objetivos de la Reserva de la Biosfera, la vertiente más relevante y más olvidada ha sido el desarrollo económico. No ha existido una comunión entre actividad económica y la necesidad de preservar el medio natural a la hora de tomar decisiones, objetivo alcanzable, deseable y virtuoso para la consecución de los objetivos de la Reserva.  Entendemos que de ahí la falta de evolución en ese objetivo de la Reserva.

Definir una estrategia de desarrollo empresarial es un reto enorme en el contexto económico y social actual a lo que debemos añadir que somos un territorio aislado y disgregado y de la Biosfera, pero no es imposible.

En muchas ocasiones se enfatiza en que el crecimiento económico tiene un coste en la preservación del medio natural, señalando a los sectores productivos como perturbadores del equilibrio medioambiental, pero en la mayor parte de los casos estos planteamientos se deben a la torpeza de confundir crecimiento con depredación, a la falta de conocimiento del funcionamiento del tejido productivo y a la necesidad de mostrar excesos singulares para justificar limitaciones generales.

Ante este distanciamiento es imprescindible promover la combinación de los principios y demandas de los agentes económicos con los objetivos que debemos cumplir como Reserva de la Biosfera.

Por mi trayectoria profesional debo decir que los pequeños y medianos empresarios manifiestan esa conciencia social y medioambiental, y aunque a muchos pueda sorprenderles, con mucha más coherencia y más convencimiento que el que generalmente se le otorga al empresariado.

Claro ejemplo son los propietarios de fincas rústicas. Precisamente gracias a ellos, nuestro entorno natural se encuentra en condiciones óptimas para que podamos continuar manteniendo la declaración de reserva de la biosfera. Creo que no puede ponerse en duda que su labor y dedicación a este menester es uno de los puntales de la Reserva de la Biosfera y sin embargo, la dificultad en sobrevivir exclusivamente con la actividad agraria es actualmente complicada.

También mencionaré a los empresarios náuticos, tanto la vertiente industrial como la de ocio náutico, que prestan sus servicios a los usuarios del mar, que sienten como la preservación del medio natural les está expulsando de ese medio. Cuando no debería existir duda sobre sus planteamientos medioambientales sobre el medio marino, sobre la necesidad de preservarlo y de mantenerlo. Son plenamente conscientes que sin él su actividad desaparecerá y por tanto, su interés se centra en que Menorca siga conservando sus calas y playas limpias, pero no a costa de prohibir su uso. Esperemos que la reciente ampliación de la Reserva de la Biosfera hacia la zona marítima se convierta más en una oportunidad que en un nuevo escollo para esta actividad.

Es deseable que la Reserva deje de ser la excusa para el establecimiento de restricciones, limitaciones y oposición a nuevas inversiones y proyectos y que estos esfuerzos se centren en reconocer la valentía de poner en marcha nuevos proyectos e iniciativas, proponiendo alternativas que encajen en nuestro entorno.

Estamos dispuestos a hacer el mejor producto y a prestar el mejor servicio y dispuestos a competir en mercados en los que la igualdad de oportunidades no impera. Pero para eso es necesario que el hecho de producir en Menorca no suponga una merma de nuestra competitividad en el mercado global. Afortunadamente existen corrientes de consumo que se decantan por los productos artesanales, vinculados a economías locales y con valor añadido, pero todavía su extensión no es mayoritaria. En este contexto, Menorca debe ser consciente que es necesario impulsar la evolución económica positiva que siga generando riqueza y que distribuya los beneficios en el entorno local y debe ser compatible con la Reserva de la Biosfera.

Deberíamos centrarnos en fijar objetivos para un crecimiento inclusivo, en el que cabe la economía circular con la eficiencia en el uso de los recursos, en el que cabe el desarrollo empresarial en un entorno a preservar y que sea respetuoso con los recursos naturales, en el que cabe que nos encaminemos hacia una producción sostenible basada en la generación de energía con fuentes renovables y a costes competitivos. En el que no tengamos que lamentarnos de seguir perdiendo fuelle económico porque no hemos tenido en cuenta las consecuencias de determinadas medidas que no ayudan al progreso empresarial.

Puede consultar el contenido íntegro de la revista en el siguiente link: http://www.biosferamenorca.org/documents/documents/3700doc2.pdf