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ASEFOME solicita fumigaciones para luchar contra la plaga de la Lymantria Dispar de la encina

26/02/2008 La Asociación de Empresas Forestales denuncia que la fumigación del pasado año se realizó demasiado tarde

La Asociación de Empresas Forestales de Menorca,  ASEFOME, ha expresado su preocupación por la importante expansión de la plaga de la “Lagarta peluda” (lymantria dispar) que afecta a los encinares de Menorca. Al respecto, la Asociación denuncia que la fumigación realizada en el pasado año se realizó demasiado tarde y resultó inútil. Siendo ahora la época apropiada para realizar esa labor con éxito.

Esa plaga está ocasionada por las larvas de una mariposa, la lymantria dispar, que se alimentan de las hojas de las encinas y le provocan una importante defoliación. Cuyos daños pueden prolongarse durante años.

En estos momentos, la plaga está presente en importantes zonas centrales de la Isla. Si bien, el expansión de las larvas de la oruga,  mediante el efecto del viento, hace prever que de no controlarse, todos los encinares de Menorca se verán afectados. En ese sentido la Asociación prevé que de no adoptarse medidas contundentes este año la plaga tendrá una incidencia muy importante.

Al respecto, ASEFOME recuerda que es fundamental para el control de esa plaga su seguimiento, de modo que al detectarse un aumento peligroso, se puede actuar con el empleo de trampas de feromona. Pero cuando, los daños no son tolerables, se deben realizar fumigaciones.

Asimismo, la Asociación forestal informa que ese tema fue tratado de forma intensa en la jornada sobre plagas forestales celebrada en Alaior el pasado día 30 de enero. En donde, los técnicos asistentes recalcaron la importancia de utilizar tratamientos fitosanitarios. Para lo cual van apareciendo en el mercado nuevos productos, como el “diflubenzurón”, cuyos efectos segundarios sobre otras especies son prácticamente nulos.

Al respecto, ASEFOME informa que, si bien es cierto que no es frecuente que los árboles mueran como consecuencia del ataque la oruga, esta circunstancia si coincide con otras circunstancias adversas, puede provocar la muerte de numerosos ejemplares. También, los árboles afectados pierden la posibilidad de producir bellotas, con la consiguiente pérdida para el ecosistema.

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